Originalmente descubierta en 1893 por el químico francés Henri Moissan en un cráter de meteorito de Arizona, la moissanita natural (carburo de silicio, SiC) sigue siendo excepcionalmente rara. Casi toda la moissanita disponible hoy en día se crea en laboratorio a través de procesos sofisticados como el depósito químico de vapor a alta temperatura (HTCVD) o métodos Lely modificados. Estas técnicas implican calentar silicio y carbono a temperaturas extremas, lo que da como resultado cristales con una durabilidad y propiedades ópticas notables.
Con una dureza de 9,25 en la escala de Mohs (solo superada por el diamante), la moissanita demuestra una excepcional resistencia al rayado. Su conductividad térmica y estabilidad química también la hacen valiosa para aplicaciones industriales más allá de la joyería.
A diferencia de la contraparte natural de la moissanita, la circonita cúbica (dióxido de circonio, ZrO₂) existe únicamente como producto de laboratorio. El proceso de fusión relativamente simple utilizado para crear cristales de CZ, típicamente estabilizados con óxido de calcio o itrio, permite la producción en masa a un costo mínimo. Si bien son visualmente convincentes como simulantes de diamantes, los cristales de CZ muestran una menor dureza (8-8,5 Mohs) y propiedades térmicas inferiores en comparación con la moissanita.
El atractivo visual de cualquier piedra preciosa depende en gran medida de su interacción con la luz. La moissanita y la circonita cúbica exhiben distintas características ópticas que influyen en su apariencia.
Las propiedades ópticas de la moissanita superan incluso al diamante en varias métricas clave:
Si bien la circonita cúbica demuestra cualidades ópticas respetables, su rendimiento es inferior al de la moissanita:
Para la joyería destinada a soportar el uso diario, la dureza y la tenacidad se convierten en factores críticos. La dureza superior de la moissanita (9,25 Mohs) la hace excepcionalmente resistente a los arañazos y las abrasiones, ideal para anillos de compromiso y otras piezas de uso frecuente. La circonita cúbica (8-8,5 Mohs) requiere un manejo más cuidadoso para mantener su pulido con el tiempo.
Los consejos prácticos de mantenimiento para la joyería de CZ incluyen quitarse las piezas durante actividades físicas, tareas domésticas o al bañarse. La limpieza regular con jabón suave y paños suaves ayuda a preservar su apariencia.
La diferencia de precio entre estas alternativas refleja sus respectivas cualidades. La moissanita suele tener precios más altos que la CZ, aunque todavía muy por debajo de los diamantes comparables, debido a su durabilidad y rendimiento óptico superiores. La circonita cúbica sigue siendo el simulante de diamante más económico, atractivo para los consumidores preocupados por el presupuesto y los mercados de joyería de moda.
Varios métodos pueden distinguir estos materiales:
Al elegir entre estas alternativas, considere:
La creciente popularidad de estas alternativas ha influido en los mercados de diamantes tradicionales al:
A medida que avanzan las tecnologías de fabricación, tanto la moissanita como la circonita cúbica probablemente verán una mejor calidad y accesibilidad, diversificando aún más las opciones de los consumidores en el mercado de la joyería.